Un total de 115 diputados avalaron el documento en su tercera lectura y redacción final, con un monto ascendente a 124 mil 879 millones 970 mil quetzales (casi 16 mil millones de dólares), sin considerar las más de 160 enmiendas presentadas por el Movimiento Semilla.
El presidente de la Comisión de Finanzas del Legislativo, Cándido Leal, justificó su dictamen ante el plenario con que era una propuesta técnica, que a su juicio merecía ser ratificada.
No quitamos ninguno de los programas, el del Adulto Mayor, ni en educación, por lo que es un presupuesto técnicamente bien elaborado y es para la población guatemalteca más necesitada del país, expresó.
En cambio, el diputado Armando Castillo de Visión con Valores (VIVA) señaló que el proyecto presupuestario no era técnico y que tampoco “era pensando en la población”.
“Lamento mucho que algo tan importante como el presupuesto nacional de egresos e ingresos de toda una nación no se le dé el espacio para poder discutirlo”, remarcó.
El legislador por Semilla, Samuel Pérez, declaró al término de la sesión plenaria que sabían que esto venía, por las motivaciones golpistas de algunos, había un sentimiento de revancha y de venganza personal, que quieren disfrazar de cualquier forma, subrayó.
Agregó que lo que hicieron fue totalmente inaceptable, descarado y, además, de cara al pueblo de Guatemala, que rechaza precisamente este tipo de prácticas, como hizo uno vez en las urnas, y ellos no supieron leer el sentimiento de la gente y están derrotados en todos los sentidos.
El presidente electo y actual diputado, Bernardo Arévalo, planteó antes que la aprobación del presupuesto, tal cual como fue dictaminado, será una forma de ejercer presión a la futura administración de gobierno.
Describió una serie de candados que van a imposibilitar la ejecución de recursos públicos. “Pedir permiso al Congreso cada mes para realizar operaciones rutinarias y normales, sometiendo al gobierno a un chantaje”, explicó.
“Un grupito de delincuentes enquistados en el Estado intentan negar al pueblo lo que les corresponde, su último intento es aprobar un presupuesto absurdo, corrupto e ineficiente”, acotó el también académico.
Arévalo destacó que existen recortes presupuestarios considerables en rubros esenciales como salud y educación, dinero que estimó tiene otro tipo de intereses.
Mediante un comunicado el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), perdedor de los sufragios, se mostró contrario a la aprobación del Presupuesto, pero algunos de sus legisladores lo respaldaron.
El Congreso de Guatemala aprobó a fines de 2022 un monto para este año de 115 mil 443,7 millones de quetzales (casi 15 mil millones de dólares), en esa fecha el más alto de la historia, pero ampliado en varias ocasiones.
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