Un comunicado consideró de “insólitas e intervencionistas” la solicitud del país vecino y ratificó su posición histórica de no reconocer la jurisdicción de la CIJ “para dirimir la controversia territorial» en torno a la Guayana Esequiba, especialmente vista la existencia del Acuerdo de Ginebra de 1966.
El texto leído por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez ante la prensa nacional y extranjera en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, hizo referencia a la solicitud expresa de Guyana de que “no se realizara el referendo consultivo o que fuesen modificadas las preguntas uno, tres y cinco”.
Indicó que en su decisión, la Corte “desechó -en su conjunto- esta solicitud inaudita y sin fundamento”, que se relaciona con un asunto del dominio exclusivo de Venezuela.
Nada en el derecho internacional permitía a la Corte inmiscuirse en asuntos internos de Venezuela, ni pretender prohibir o modificar un acto soberano organizado en el marco de su sistema político participativo y con base en su Constitución, reafirmó.
La nota valoró que con esta decisión quedó demostrado que Guyana “no es una víctima, no tiene títulos sobre el territorio en disputa, es un ocupante de facto y ha violentado reiteradamente el Acuerdo de Ginebra y la legalidad internacional”, al otorgar de manera unilateral concesiones en el territorio terrestre y en las aguas pendientes por delimitar.
Además de facilitar su territorio para “el despliegue militar en nuestra región de la principal potencia guerrerista del planeta”.
La República Bolivariana, tal como lo había anunciado y conforme a su Constitución, “seguirá adelante con todos los preparativos para llevar a cabo el referendo consultivo convocado por el Poder Electoral a solicitud del Parlamento venezolano.
Aseguró que “nada ni nadie impedirá que el pueblo venezolano se exprese libremente” el domingo sobre “un asunto propio, interno y de enorme trascendencia, como es la integridad territorial”.
Venezuela reiteró que mantendrá con firmeza su defensa inquebrantable de la legalidad internacional y del Acuerdo de Ginebra como “único instrumento jurídico” que permite alcanzar una solución práctica y satisfactoria para ambas partes, mediante negociaciones amistosas, políticas y pacíficas.
La verdad de Venezuela y su irrenunciable soberanía, constitucionalidad y autodeterminación resultaron victoriosas, afirmó.
Remarcó que el 3 de diciembre el pueblo venezolano saldrá a ejercer su voto, por primera vez en la historia, para “defender su integridad territorial” y ratificará que “nuestros derechos sobre la Guayana Esequiba son irrenunciables e incuestionables”.
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