Desde esta jornada los pasajeros de ese medio de transporte tienen la opción de emplear el denominado yuan digital, sometido desde mediados de 2020 a pruebas pilotos en varias ciudades del país.
Quienes escojan la variante de pago, solo deben registrarse como usuario en el banco Comercial e Industrial de China y seguir las instrucciones dadas.
Según los reportes, el metro de Beijing planea ampliar más el uso de la divisa ‘para optimizar la experiencia de viaje de los pasajeros’.
En mayo pasado China dio un paso más grande en los ensayos con el yuan digital al presentarlo en la primera exposición internacional de productos de consumo que realizó en Hainan, convertida en vitrina de bienes de lujo.
Allí el Banco Central permitió a los participantes en el evento saldar las cuentas con el sistema.
Dicho organismo también incluyó en los ensayos a siete bancos comerciales y las plataformas del comercio electrónico Eleme, Hema y Tmall Supermarket, además de lanzar la aplicación de la divisa para móviles.
La app permite a los usuarios hacer pagos, extraer y transferir dinero con su número de teléfono.
Según conocedores del tema, la criptomoneda de China contará con un sistema para contribuir al crecimiento del país y solucionar los problemas financieros.
Está basada en la tecnología blockchain –la cual prioriza el anonimato- y su respaldo será en oro.
Las pruebas piloto en urbes como Shenzhen, Suzhou, Xiongan y Chengdu demostraron buenos resultados en cuanto a la confiabilidad, estabilidad, conveniencia y control de riesgos de la divisa virtual.
Hace algunos meses la prensa china reportó que el Banco Central completó junto a empresas privadas las funciones básicas de la criptomoneda y busca su necesario respaldo legal.
Se informó también que la firma financiera Alipay entre el 21 de enero y el 17 de marzo de 2020 publicitó cinco patentes vinculadas a la circulación, pago y operaciones contra el lavado de dinero.
Pero de manera colateral, China está en guerra contra otras divisas virtuales como el Bitcoin y en las últimas semanas la ofensiva conllevó al cierre de muchas minerías, como se denominan los sitios donde se acuñan.
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