La intervención de Albares estuvo matizada por la irrupción en el hemiciclo de dos activistas que portaban una bandera palestina y profirieron gritos contra Israel por los crímenes en Gaza, además de duros posicionamientos de un diputado.
El diplomático siguió en la línea de poner paños fríos a los desencuentros de Madrid con Tel Aviv, por las críticas a los bombardeos contra civiles palestinos.
Defendió este martes ante el pleno de la Cámara Baja que “la seguridad de Israel está entrelazada con la esperanza del pueblo palestino, y pasa por el reconocimiento de un Estado palestino y que la Autoridad Nacional Palestina recupere el poder en Gaza”.
Remarcó que el único camino es de dos Estados y cuando Israel y Palestina ‘puedan coexistir en paz y en seguridad’.
Al mismo tiempo, reiteró que desde el primer momento España ha condenado “con total rotundidad’ los ataques terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre y ha exigido la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.
Pidió no confundir a Hamás con la Autoridad Nacional Palestina, ‘que ostenta la legítima representación del pueblo palestino’, y apostó por unir fuerzas para que esta ‘recupere su liderazgo en Gaza y garantice la seguridad de la población’.
‘España pide garantizar la protección de toda la población civil en Gaza, la liberación de todos los rehenes, un alto el fuego humanitario que sea duradero’, apostilló Albares.
Sin embargo, el portavoz parlamentario por Esquerra Republicana por Cataluña, Gabriel Rufián, se pronunció de forma más vertical y acusó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de ordenar una masacre en la que han muerto casi ocho mil niños dentro de un grupo de 16 mil civiles en Gaza.
Aunque esté el líder de Hamás en un hospital, en una escuela, entre los civiles, es inadmisible el terrorismo de estado que practica Israel. No en nuestro nombre, sentenció el diputado.
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