El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) detalló que, de 134 graves, la cifra de muertes por la enfermedad se acercó a 100 (97), la cual –advirtieron expertos- superó con amplitud los 22 del año pasado.
Al comparar el impacto del dengue en este período anual con el causado en el pasado, el incremento resulta seis veces mayor y contra el 2019, cuando se dio un máximo histórico, creció en 13 mil 430 casos.
“Pensábamos que con el frío en algunas áreas el zancudo se iba a adormecer, pero sigue activo”, expresó el jefe de la Emergencia de la Pediatría del capitalino Hospital Roosevelt, Ricardo Menéndez.
La tormenta Pilar dejó charcos y los mosquitos se continúan reproduciendo y el virus circula, acotó el médico, citado por el diario Prensa Libre.
El 10 por ciento de los casos que atendemos son de niños con dengue, y en otros años para esta temporada la epidemia ya había cesado, acotó el especialista.
Son entre ocho y 10 diarios, de menores que provienen de lugares como Coatepeque (departamento Quetzaltenango), Mazatenango (Suchitepéquez), Zacapa, del sur de San Marcos, Ixcán (Quiché), Petén e Izabal, precisó.
Varios analistas coinciden en señalar los frentes fríos pronosticados para el presente mes, cuyas lluvias significarían un riesgo hasta final del año y principios de 2024.
Algunos refieren como un efecto del cambio climático que cuando antes los mosquitos Aedes aegypti se ubicaban en lugares cálidos, ahora se hallan en climas templados.
El 31 de agosto pasado el Mspas decretó tres meses de emergencia sanitaria nacional debido al alza de la enfermedad y adelantó que podrá ser prorrogada si persisten las circunstancias que le dieron origen.
De los más de 14 mil casos entonces, expuso que 14 por ciento correspondió a dengue con signos de alarma y el 85 sin estos, con Zacapa entonces con la tasa más alta, 378,7 por cada 100 mil habitantes.
En una de sus primeras valoraciones, el Mspas estimó que el año finalizaría con 18 o 19 mil infectados, un alza de 152 por ciento en comparación con el escenario del 2022, que dejó cuatro mil.
El dengue es endémico en este país centroamericano, lo cual significa una transmisión local continuada que alcanza su punto álgido durante y después de la temporada lluviosa (mayo-octubre).
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