A esos jefes de carteras se les apartó de sus responsabilidades el miércoles y el propio mandatario asumió como titular de Defensa, mientras que Maxime Koné estará al frente de la Seguridad; esa reorganización del gabinete ocurre en medio de una compleja situación política por la escalada de la violencia extremista que sufre el país.
Los cambios sucedieron a las demandas hechas por la oposición contra el manejo gubernamental del terrorismo en este Estado de la región africana del Sahel, donde se programaron protestas públicas durante los días 3 y 4 de julio para rendir homenaje a las víctimas del flagelo y denunciar cómo el gobierno aborda el tema de la violencia, apuntaron los críticos.
Anteriormente, los opositores pidieron al primer ministro, Christophe Dabiré, y al titular de Defensa, Chériff Sy, que renunciaran.
Presuntos extremistas de confesión islámica perpetraron el mes pasado un asalto contra la aldea de Solhan, en la región nororiental, y mataron a 130 personas, según el Gobierno, lo cual se considera fue el ataque más grave en Burkina Faso desde abril de 2015.
Conforme con medios de prensa, grupos vinculados con Al Qaeda y al Estado Islámico con base en la vecina Mali se establecieron en el norte y este burkinabés, donde ejecutan agresiones contra civiles
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