“Firmaré tres leyes hoy para proteger mejor a Texas y Estados Unidos del abandono fronterizo de (Joe) Biden”, dijo antes Abbott.
“La primera es el Proyecto de Ley Senatorial 4 de la cuarta sesión especial. El objetivo del Proyecto de Ley Senatorial 4 es detener la ola de entradas ilegales a Texas. Eso crea un delito penal por entrada ilegal a Texas desde una nación extranjera”, apuntó.
La iniciativa, aprobada a mediados de noviembre en la Legislatura de Texas, podría establecer penas de hasta 20 años de cárcel para quien no cuente con documentos que avalen su permanencia en suelo estadounidense.
Además, la ley SB4 dará potestad a los oficiales de la policía para arrestar a cualquier persona que ellos consideren sospechosa de estar de manera ilegal, incluso podrán ordenar su expulsión de manera expedita del estado y del país sin necesidad de una mediación judicial.
La ley no entrará en vigor de forma inmediata. Se espera que tenga valor práctico 91 días después del último día de sesión actual de la Legislatura estatal, que fue el pasado 5 de diciembre.
Previo a la rúbrica, Abbott dijo que la nueva ordenanza permitiría destinar mayores fondos para seguir con la construcción del muro fronterizo.
“Texas es el primer y único estado en la historia de nuestra nación en construir nuestro propio muro fronterizo”, escribió en su cuenta en la red social X.
Pronto firmaré una nueva legislación -añadió en la propia plataforma de microblogueo- para agregar aún más fondos para este proyecto histórico.
Organizaciones proinmigrantes de Texas advirtieron recientemente sobre su preocupación por esta ley que, según dicen, conducirá a la discriminación de los hispanos.
Hace poco menos de una semana esos grupos anunciaron una “campaña de conocimiento de sus derechos” para denunciar abusos a partir del momento en que Abbott promulgara la ley SB4.
También alertaron que Texas está usurpando la autoridad federal, por lo que probablemente enfrentará demandas en los tribunales.
El gobernador republicano es uno de los fieles del expresidente Donald Trump. En noviembre le dio todo su apoyo durante un mitin al que asistió Trump en una comunidad de la frontera.
El exmandatario prometió entonces que, durante su segundo periodo presidencial (dio por sentado que ganará en 2024), su estricta agenda migratoria le hará “el trabajo mucho más sencillo” a Abbott.
Este fin de semana, Trump endureció su retórica antiinmigrante al declarar que los migrantes son el “veneno en la sangre de este país”, pero antes amenazó con deportaciones masivas.
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