De acuerdo con la agencia de noticias Xinhua, el mandatario insistió en medidas efectivas para garantizar la vida y la propiedad de las personas.
Al cierre de esta información, China reportó 100 muertes en la provincia de Gansu y 11 en la de Qinghai, así como daños en infraestructuras del agua, la electricidad, el transporte y las comunicaciones.
Xi también llamó a las autoridades locales a monitorear de cerca los cambios climáticos para evitar desastres secundarios, en medio de la ola de frío que afecta varias regiones del país.
Según el reporte, el Consejo de Estado envió un grupo de trabajo a las zonas afectadas y el Ejército coopera con los gobiernos locales para el rescate de emergencia.
Las provincias de Gansu y Qinghai organizaron el apoyo de socorro con la asignación inmediata de suministros de socorro, como campamentos y camas plegables, informó Xinhua.
El sismo se registró a las 11.59 hora local del lunes 18 de diciembre y tuvo su epicentro en la frontera entre ambas regiones a 10 kilómetros de profundidad, según el Centro de Redes Sismólógicas de China.
El gobierno envió a la zona a mil 440 bomberos para apoyar en la respuesta al desastre y otros mil 603 pertenecientes a la región afectada y provincias vecinas se encuentran movilizados para desplazarse si resultara necesario, según China Daily.
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