Oremos por nuestros hermanos en Gaza y Palestina y sentimos dolor por su sufrimiento, e imploramos a Dios que la paz, seguridad y estabilidad reinen en nuestro país y en el mundo entero, dijo el patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y todo Oriente, Juan X, en la Misa de Navidad efectuada en la catedral de la Virgen María de esta capital.

Las sanciones impuestas a pueblos enteros y el silencio guardado hacia la injusticia y la política de doble rasero constituyen un pecado, consideró.
Agregó que lo que está sucediendo hoy en Palestina, especialmente en Gaza, es crueldad, injusticia, opresión, tiranía, saqueo y asesinato artístico que se ejerce contra un pueblo indefenso.

Lamentablemente, toda esta barbarie cuenta con el apoyo de potencias occidentales cuyo historial está lleno de crímenes de ese tipo contra pueblos que fueron colonizados durante mucho tiempo y cuyos recursos fueron saqueados, indicaron.
A su vez, los fieles oraron para que la Navidad este año sea el comienzo del fin de las guerras y el establecimiento de la paz en el mundo entero.
Suplicaron a Dios con la esperanza de que Siria se recupere de las secuelas de la guerra y que se ponga fin al injusto asedio y las difíciles condiciones económicas.
A principios de este mes, los patriarcas de las principales iglesias sirias anunciaron la cancelación de todas las celebraciones este año por Navidad y Año Nuevo debido al genocidio israelí contra los palestinos en Gaza.
Los festejos se limitarán a oraciones y misas en iglesias y lugares de culto, en solidaridad con el sufrido pueblo palestino en Gaza, indicaron.
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