La portavoz de la Cancillería Mao Ning enfatizó que los últimos acontecimientos entre los dos países son resultado de un cambio en la postura política de Manila.
«Incumplió sus propios compromisos y violó el derecho internacional y la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China», subrayó la vocera.
Según Mao, Filipinas infringió deliberadamente la soberanía del gigante asiático e hizo movimientos provocativos, por lo que la responsabilidad de la situación actual «recae directamente» en ese país.
La portavoz apuntó que Beijing protegerá la soberanía territorial y los derechos e intereses marítimos.
Asimismo, expresó su deseo de que Manila «regrese al camino correcto de manejar la disputa a través del diálogo y la consulta, y trabaje junto con China para manejar adecuadamente la situación en el mar».
Recientemente el canciller chino, Wang Yi, aseguró que las relaciones bilaterales «atraviesan graves dificultades», debido a que el país insular «ha cambiado su postura política, ha incumplido sus compromisos, ha provocado constantemente incidentes en el mar y ha dañado los derechos legítimos» del gigante asiático.
El jefe diplomático agregó que los nexos «están en una encrucijada» y que Filipinas «debe actuar con prudencia».
El deterioro de los lazos bilaterales coincide con las medidas de Manila para reforzar las relaciones militares con Japón y Estados Unidos, su antigua potencia colonial y aliado en defensa durante décadas.
En 2022 llegó al poder Ferdinand Marcos Jr, quien apuesta por reforzar los nexos de Filipinas con Washington.
El diferendo entre Beijing y Manila se basa en una disputa por varios territorios ubicados en el Mar Meridional de China.
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