Pérdidas de vidas humanas y cuantiosos daños materiales dejaron los fenómenos naturales que se registraron en todos los puntos cardinales del país. No pocos expertos advirtieron de que los efectos del calentamiento global aumentan los riesgos y las consecuencias de eventos mortales.
Para los científicos se observa en la actualidad una situación de múltiples peligros en un período corto.
“Es como un golpe doble o triple, y cuando ocurren con frecuencia o al mismo tiempo, los efectos negativos se agravan”, dijo Gonzalo Pita, experto en modelos de riesgo de desastres en la Universidad Johns Hopkins, citado en medios locales.
Por ejemplo, en la segunda quincena de agosto el suroeste fue impactado por lluvias récord y severas inundaciones causadas por una inusual tormenta tropical: Hillary, primera en tocar tierra en California en 84 años, mientras gran parte del centro y sur sufría una desesperante ola de calor.
El embate del fenómeno meteorológico se produjo unas dos semanas después del devastador incendio en la isla hawaiana de Maui, el más mortífero en la historia de Estados Unidos en 105 años.
Pero en el propio periodo, se informaron grandes incendios en Texas y Arizona, así como en California, Idaho, Oregón, Utah y Washington.
Al menos 87 grandes fuegos quemaron 207 mil 537 hectáreas en 12 estados del país, notificó entonces el Centro Nacional Interagencial de Bomberos.
También en el octavo mes, se formó la tormenta tropical Idalia que se fortaleció y pasó a ser huracán que tocó tierra estadounidense con categoría tres en la región de Big Bend de Florida.
Por su parte, se contabilizaron 26 tornados mortales en Estados Unidos en lo que va de 2023 (los más recientes este mes en Tennessee), el mayor número en un solo año desde 2011.
Los tornados mataron a 82 personas en este calendario, lo que supera el promedio de las últimas tres décadas, de 71 decesos; además, dejaron víctimas fatales en 12 estados diferentes, siendo Misisipi el que reportó el mayor número (24), seguido de Tennessee (16).
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