El aunque hablen mal, pero hablen, le funcionó si es que se lo propuso como estrategia de marketing, porque el exmandatario (2017-2021) ha sido el único que, tras abandonar el cargo, se mantuvo de forma habitual en la pantalla de TV y periódicos.
Desde controversias con excolaboradores, afirmaciones falsas sobre el proceso electoral de 2020 que sigue insistiendo fue fraudulento, demandas por asalto sexual y fraude sostenido, acusaciones federales y estatales que sumaron en seis meses 91, cuatro juicios pendientes, entre ellos por tratar de revertir los resultados electorales de hace tres años.
Investigaciones por su posible instigación a los cientos de seguidores que asaltaron el Capitolio federal el 6 de enero de 2021; libros publicados que lo descalifican; impugnaciones para que no pueda aparecer en las boletas primarias de estados del país, la lista, es, sencillamente interminable.
Sin embargo, Trump -primer expresidente en ser acusado y fichado policialmente en la historia de Estados Unidos- continúa su campaña electoral de cara a las elecciones de 2024, en la cual su retórica se intensifica sobre todo contra los inmigrantes y aquellos que, dice, son sus adversarios.
Lo más interesante -y a veces inexplicable- es que, a pesar de los pesares, Trump es el candidato favorito a la nominación republicana, de acuerdo con las encuestas, y quienes son sus rivales más cercanos (la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley y Ron DeSantis, gobernador de Florida) están con puntaje de dos dígitos detrás suyo.
Hace poco, un medio local dijo que la foto policial del exgobernante tomada en una cárcel de Georgia lo que hizo fue darle publicidad y dinero, pues ni más ni menos se le ocurrió vender pequeños trozos del traje y la corbata que llevaba puestos cuando posó para la fotografía de su fichaje en la prisión de Fulton a finales de agosto.
Entrando de lleno en el ciclo electoral 2024, hay analistas que no descartan el retorno del magnate neoyorquino al puesto en el Despacho Oval a partir de enero de 2025, de hecho entre especulaciones y comentarios publicaron la composición de un hipotético equipo de gobierno.
Por cierto, en 2018 Trump llamó a los medios «enemigos del pueblo» y al menos 100 periódicos y revistas estadounidenses decidieron difundir diferentes editoriales para desarmar la hostil retórica del entonces presidente contra los medios.
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