Las estadísticas, publicadas en el diario El Universo, indican que la tasa de homicidios es de 46,5 por cada 100 mil habitantes.
En 2017, ese indicador era de 5,8 por cada 100 mil habitantes, lo cual refleja el incremento sostenido de la inseguridad durante los gobiernos de Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023).
El año pasado superó ampliamente al 2022, que se consideraba ya el más sangriento de esta nación sudamericana, con un promedio diario de 10,4 casos de muertes violentas y una tasa de 25,9 por cada 100 mil habitantes.
A la problemática, se suma el elevado nivel de impunidad existente, pues de los más de siete mil 800 crímenes reportados en los últimos 12 meses, apenas 584 han sido resueltos, o sea, solamente el nueve por ciento.
El 2024 no comenzó diferente. Ecuador registró 50 muertes violentas el primer día del año, según confirmó este miércoles el director general de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía Nacional, Freddy Goyes.
La ola de violencia, agudizada en las provincias de la costa, se mantiene como la principal preocupación de los ecuatorianos.
La ciudadanía exige acciones concretas y urgentes al presidente Daniel Noboa, quien durante su campaña electoral presentó el denominado Plan Fénix para frenar la violencia. Si bien las autoridades afirman que ya la estrategia muestra efectividad, en la práctica persisten los hechos delictivos.
El mandatario presentó la víspera una propuesta de consulta popular, con 11 preguntas enviadas a revisión de la Corte Constitucional y encaminadas, según explicó, a retomar la tranquilidad del país.
No obstante, políticos y analistas comentan que las interrogantes no van a tono con las necesidades de esta nación sudamericana, pues incluye cuestionamientos sobre reformas de leyes que ya se están tratando en el legislativo.
Más temprano, el expresidente Rafael Correa calificó de inoportuna la propuesta de plebiscito de Noboa y alertó que una de las interrogantes relacionadas con la reactivación de casinos o salas de juego atrae el crimen organizado y el lavado de dinero.
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