Las obras, almacenadas en el sótano de la pinacoteca, permanecerán durante tres meses en cinco almacenes de esa ciudad portuaria y en noviembre próximo integrarán la colección del nuevo espacio, diseñado por el reconocido estudio de arquitectura neerlandés MVRDV y construido en apenas cuatro años.
Según un reporte de la cadena internacional alemana Deutsche Welle, el depósito ostenta entre sus peculiaridades con una impresionante fachada de espejos que abarca una superficie total de seis mil 609 metros cuadrados y comprende mil 664 cristales fabricados en China.
Los expertos aseguran que la edificación del sitio respondió a la necesidad de salvaguardar los históricos objetos de las recurrentes inundaciones y conformar un escenario artístico para visibilizar el trabajo con las obras archivadas e impulsar una educación moderna.
A juicio de los especialistas, los museos guardan alrededor de 92 por ciento de sus colecciones en los sótanos y, precisamente, el depósito busca la interacción del público con el arte al mostrar cómo se empaquetan, conservan y restauran las piezas en un país donde las 430 pinacotecas existentes reciben 30 millones de personas al año.
El propio Boijmans Van Beuningen es uno de los más frecuentados con aproximadamente 300 mil visitantes en 2019; de ahí que para la conservación de sus tesoros históricos el depósito incluya materiales sostenibles, intercambiador de calor geotérmico, energía fotovoltaica, luces LED y un tanque de almacenamiento de agua.
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