El director del área sanitaria del centro histórico de esta capital, Augusto Contreras, informó sobre el regreso del diagnóstico de casos con la enfermedad en la céntrica Plaza de la Constitución.
El horario del hisopado aquí será de 08:00 a 14:00 hora local, para que la atención sea accesible a todas las personas, debido a la circulación de la nueva subvariante de Ómicron conocida como “Pirola”, expresó el galeno.
“La semana entrante también estaremos inaugurando nuevos puestos de hisopados en áreas de estratégicas de libre acceso a la población”, amplió.
Agregó que en estos días estarán dando a conocer los lugares en los cuales se habilitarán estos centros.
El doctor consideró una suerte que estas variantes no sean tan letales como otras registradas; sin embargo, advirtió que la “Pirola” puede traer consecuencias para la salud y pidió continuar con las medidas de bioseguridad.
“Estamos a la orden y los servicios son gratuitos para hacerle sus exámenes”, remarcó Contreras, quien calificó de importante que cada guatemalteco esté sano.
El director del área sanitaria del centro histórico de esta capital recordó que el país cuenta con un lote de vacunas contra el SARS-CoV-2, virus causante de la pandemia.
A fines de diciembre pasado Guatemala comenzó a distribuir y aplicar un nuevo lote de más de 100 mil vacunas antiCovid-19, después de cinco meses sin ellas.
El titular de Salud y Asistencia Social, Francisco Coma, detalló que se trata de un inmunógeno de la farmacéutica estadounidense Moderna que brinda cobertura para “prácticamente todas las cepas y en una sola dosis”.
Los infectados activos con la enfermedad subieron de 300 en noviembre último a 687 en el cierre del 31 de diciembre, aunque ningún municipio aparece en alerta roja (máxima), según los datos del sector.
Desde el 13 de marzo de 2020, cuando el Gobierno chapín anunció el primer paciente positivo en medio de la emergencia mundial, la cifra de contagios refleja un millón 281 mil 183 casos.
Por otra parte, 20 mil 272 guatemaltecos fallecieron a causa de la enfermedad, 120,2 de tasa de mortalidad por cada 100 mil habitantes y una letalidad del 1,6 por ciento.
Este territorio centroamericano apenas supera el 52 por ciento de la población vacunada contra la Covid-19 con una dosis, el 41,5 con dos (7,1 millones de habitantes del total de 17,11 millones).
Informes dan cuenta que el quid del bajo índice no radica en la falta de fármacos contra la Covid-19 (casi ocho millones de dosis se vencieron), sino en las barreras institucionales y en las desigualdades del sistema.
oda/znc