De acuerdo con declaraciones a la prensa del ministro de Defensa Iván Velásquez el despliegue de efectivos responde a la necesidad de “evitar que entren al país personas con temas delincuenciales o relacionados con algún tema de narcotráfico”.
Remarcó las relaciones de cooperación que distinguen a ambos gobiernos, y aseguró que Colombia tiene “disposición y voluntad para colaborar con las autoridades ecuatorianas”.
El director encargado de la Policía Nacional, el general Alejandro Zapata, afirmó por su parte que se reforzaron los controles del suroeste, en el departamento de Nariño: en Ipiales, Mataje, Chiles y Carlos Lama, “en especial en este último que es un paso ilegal”.
Las medidas anunciadas llegan en medio de una aguda crisis de seguridad vivida actualmente en Ecuador, donde el presidente Daniel Noboa declaró un conflicto armado interno, lo que le confiere mayores poderes a las fuerzas del orden para combatir a pandillas y miembros del crimen organizado.
Durante la víspera el mandatario colombiano, Gustavo Petro, informó en su red social X que su país permanece atento “a todo el apoyo que el gobierno del Ecuador solicite”.
Su declaración acompañó a un comunicado divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores que respaldó la institucionalidad democrática en la nación vecina.
“El Gobierno expresa su explícito e inequívoco respaldo a la institucionalidad democrática y al estado de derecho en la hermana República del Ecuador. En ese sentido rechaza los recientes hechos de violencia desatados en varias ciudades del hermano país y expresa su solidaridad con los afectados”, señaló la nota.
También debido a la inestabilidad vivida en territorio ecuatoriano, el Gobierno de Perú declaró en estado de emergencia las cinco regiones limítrofes con la nación vecina.
El primer ministro, Alberto Otárola, anunció la decisión de imponer la citada medida de orden público en las regiones costeras fronterizas de Tumbes y Piura (en las que ya regía); andina de Cajamarca y selváticas de Amazonas y Loreto.
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