El presidente de esa entidad financiera del país, Álvaro González, calificó de positivo el comportamiento de julio, agosto, septiembre, dentro de lo cual subrayó como importante el aumento de más del cinco por ciento de la demanda interna.
Ejemplificó con el consumo en los hogares y del gobierno central, así como la inversión y por el ascenso registrado en las importaciones de bienes y servicios.
El funcionario ubicó el alza acumulada en los primeros nueve meses del año en 3,8 por ciento del PIB, pero acotó “prevemos que el resultado del cuarto trimestre sea menor por los efectos de la situación ocurrida en este territorio en octubre”.
Recordó, por la crisis provocada el actuar del Ministerio Público, con los bloqueos de vías la interrupción en los canales de distribución de bienes y la prestación de servicios, por lo que fijan finalmente una variación a la baja.
La medición del PIB por el origen de la producción en el tercer trimestre mostró elevaciones en actividades financieras y de seguros (8,6 por ciento), de alojamiento y de servicios de comidas (7,4), de servicios administrativos y de apoyo (4,7).
Además, el comercio y reparación de vehículos (4,4 por ciento), actividades inmobiliarias (4,3), agricultura (2,8 por ciento) e industrias manufactureras 1,1 por ciento.
El desempeño de estos sectores en su conjunto representó alrededor del 62 por ciento de la variación del PIB en ese período, precisó un informe presentado por el Banco de Guatemala (Banguat).
Registraron desempeño negativo en julio, agosto y septiembre explotación de minas y canteras con -8,8 por ciento, y suministro de electricidad, agua y saneamiento -1,9.
En términos monetarios, la economía generó en el tercer trimestre del 2023 145 mil 816,2 millones de quetzales (casi 18 mil 700 millones de dólares).
En todo caso, de acuerdo con el Banguat, el venidero año la economía se ubicaría en 3,5 por ciento del PIB, similar a 2023, aunque el potencial es alcanzar el cinco anual a largo plazo.
En este objetivo, aseveró González, se necesitan acciones puntuales como incrementar el flujo de inversión extranjera directa (IED), más la inversión interna pública y privada; implementar reformas estructurales y aumentar la productividad.
Las exportaciones –agregó- estarían cerrando en tres por ciento, por el factor precio, pero crecerían 5,5 en el siguiente; mientras las importaciones aumentarán apenas uno y se recuperarán a 7,5 por ciento el próximo año.
Las remesas continúan como el principal motor de la economía en la tierra del quetzal, al superar las exportaciones dominantes en el comercio exterior como vestuario, café y banano.
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