Este financiamiento cubre las emergencias que exigen el más alto nivel de respuesta por parte de la OMS, con el objetivo de llegar a más de 87 millones de personas.
El llamamiento tiene lugar en un contexto de emergencias complejas que abarcan crisis de conflicto, cambio climático e inestabilidad económica, que continúan alimentando el desplazamiento, el hambre y la desigualdad.
“Para quienes enfrentan emergencias, las interrupciones de los servicios de salud esenciales a menudo significan la diferencia entre la vida y la muerte”, afirmó el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Estos sucesos van desde madres que dan a luz durante conflictos hasta ayuda a niños pequeños en regiones afectadas por la sequía, pasando por quienes reciben tratamiento contra el cáncer o diálisis, dijo, y precisó que la atención sanitaria salva vidas.
“Los servicios de atención de salud también son fundamentales para romper el ciclo que con demasiada frecuencia deja a las comunidades en una situación peligrosa y dependientes de aún más asistencia de emergencia”, mencionó el directivo en un comunicado.
Añadió que el apoyo en 2024 permitirá una atención médica que salve vidas, la distribución de suministros y equipos de salud críticos, junto con el mantenimiento de servicios de salud esenciales para garantizar una atención continua.
La financiación apoya el acceso directo a la atención médica para comunidades en áreas de difícil acceso, en asociación con organizaciones locales, y una respuesta efectiva para monitorear, compartir información y documentar brotes y ataques a trabajadores de la salud.
Se destinaría a la región de África, con 334 millones de dólares; Mediterráneo Oriental, con 705 millones, Europa (183 millones), Pacífico Occidental (15,2 millones), Asia Sudoriental (49 millones) y a las Américas, con 131 millones.
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