«Le dije al compañero (Santiago) Peña (presidente de Paraguay) que nosotros rediscutiremos la cuestión de las tarifas de Itaipú. Tenemos divergencia, pero estamos dispuestos a encontrar una solución juntos y en los próximos días vamos a tener otra reunión», señaló Lula.
El mandatario anfitrión dio la declaración en el Palacio Itamaraty, sede de la Cancillería, tras una cita con Peña, quien cumple una breve visita al gigante sudamericano.
Las condiciones financieras de la hidroeléctrica, administrada por los dos países, fue uno de los temas del encuentro.
Brasil y Paraguay defienden valores distintos para el importe de Itaipú. El país vecino procura uno mayor que el deseado por Brasil.
El gobierno brasileño anunció el año pasado que la tarifa se fijaría en 16,71 dólares por kilovatio por mes. Los paraguayos quieren que el costo vuelva a 20,75 dólares, cobrado en 2022.
Según el diario Valor Económico, las divergencias hicieron que Paraguay bloqueara el presupuesto de Itaipú. La medida compromete los pagos de empleados y proveedores.
En diciembre, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica aprobó la tarifa provisional para 2024 en 17,66 dólares por debajo de los 20,23 cobrados en 2023.
Ante la prensa, Lula señaló que una nueva ronda de negociaciones para una solución definitiva debe tener lugar en Asunción, capital paraguaya.
«Tengo mucho interés que eso (revisión del acuerdo) sea hecho lo más rápido posible», insistió el exsindicalista, quien refirió que los países tienen condiciones de usar los recursos de Itaipú «para mejorar la calidad de vida» en Brasil y Paraguay.
Asimismo, «establecer posibilidades de nuevas inversiones con el dinero recaudado de la venta de energía».
Peña, quien tomó posesión en agosto, certificó que la reunión fue un importante instrumento para que los países expusieran sus posicionamientos sobre el futuro de la hidroeléctrica.
Defendió una visión ambiciosa sobre el tema y subrayó que Paraguay es un «amigo y socio» de Brasil.
jha/ocs