Los fondos se utilizarán para construir refugios, ofrecer asistencia en efectivo, construir instalaciones de agua, saneamiento e higiene y apoyar el transporte de los recién llegados que se alojan en lugares de tránsito, aseguró este lunes Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general, António Guterres.
El anuncio coincide con las previsiones de la ONU sobre los cruces masivos de personas por las fronteras sudanesas huyendo de la crisis hacia Sudán del Sur en los próximos seis meses.
La avalancha pondrá a prueba un sistema que ya está bajo presión, agregó al respecto el vocero.
La ONU estima que más de 60 mil personas llegaron a Sudán del Sur durante el último mes, tras el estallido de enfrentamientos entre tropas gubernamentales y milicianos de las Fuerzas de Apoyo Rápido en Wad Medani y sus alrededores, la segunda ciudad más grande de Sudán.
En total, medio millón de personas han cruzado hacia territorio sursudanés desde mediados de 2023, cuando los ejércitos rivales comenzaron a luchar tras el colapso de su alianza de larga data.
En medio de horribles abusos contra civiles, alrededor de 25 millones de sudaneses necesitarán apoyo humanitario durante el 2024, según datos recientes de Naciones Unidas.
Sin embargo, la intensificación de los combates está haciendo que la entrega de ayuda sea casi imposible, alertó la OCHA.
«La guerra ha desencadenado la mayor crisis de desplazamiento del mundo, desarraigando la vida de siete millones de personas», dijo el titular de OCHA, Martin Griffiths, en un comunicado divulgado la semana última.
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