Fruto de una propuesta que le hizo en diciembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, la reforma remplaza el término disminuidos por el de ‘personas con discapacidad’.
El único elemento, hasta ahora, de coincidencia entre Sánchez, titular del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Feijóo, que transitó sin mayores problemas en la Cámara Baja y que ahora irá al Senado para su aprobación definitiva.
La votación parlamentaria fue de 312 a favor y 32 en contra, con el rechazo total del ultraderechista partido Vox. Sin embargo, la iniciativa pasó a la Cámara Alta sin enmienda alguna y debería aprobarse en un pleno extraordinario la próxima semana.
Aunque el tema tenía consenso mayoritario y se esperaba su avance sin dificultades, adquiere valor por el hecho de convertirse en la primera reforma social de la Carta Magna española reclamada desde hace dos décadas por asociaciones que abanderan la causa de los discapacitados.
Sánchez aprovechó la ocasión para subrayar que todavía queda mucho, “hasta abrazar la diversidad y alcanzar la plena inclusión y hoy estamos dando un gran paso en este afán”.
Feijóo, por su lado, comentó que “la buena política es algo parecido a lo que acabamos de hacer, ha sido fruto de un pacto, un pacto en el que las partes han negociado y consensuado’, en una suerte de tregua a sus constantes críticas al Ejecutivo del Palacio de la Moncloa.
Es un logro y una mejora de país largamente anhelada, resaltó a su turno Luis Cayo Pérez, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).
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