La cifra indica un ligero aumento del número de personas en esa situación en comparación con 2022, cuando era el 25,2 por ciento de la población.
Esa cantidad de personas cuenta con menos de 90,08 dólares al mes, en una nación donde el salario básico era el año pasado de 450 dólares.
Por su parte, en condiciones de pobreza extrema se encuentra el 9,8 por ciento de los ecuatorianos, quienes tienen menos de 50,76 dólares para cubrir sus gastos mensuales.
Ese indicador también experimenta un aumento de 1,6 puntos porcentuales en relación con el año precedente.
Analistas consideran que la violencia y la inseguridad crecientes en Ecuador tienen sus raíces en la pobreza debido a la falta de oportunidades laborales, lo que ha llevado a que los más jóvenes sean reclutados por las bandas criminales.
Para los especialistas, esta situación solo tendría solución si el país invierte más en educación, atención médica y protección social.
El presidente Daniel Noboa reconoció en una entrevista reciente que la lucha contra el crimen organizado tiene un componente social, sin embargo, en sus dos meses en el cargo aún no ha anunciado políticas públicas encaminadas directamente a reducir la pobreza.
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