En conferencia de prensa tras el encuentro con el ministro de Relaciones Exteriores, Téte António, Blinken resumió aspectos de la visita al país africano donde dan pasos para ampliar la cooperación a sectores como la agricultura, además de avanzar en el transporte y la energía.
El representante estadounidense destacó los esfuerzos de Angola en la búsqueda de soluciones al conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y la lucha por la paz en el continente, otro de los puntos debatidos con el mandatario angoleño.
En tal sentido mencionó el papel esencial del país como mediador entre Ruanda y la RDC, y refirió que ambas partes abordaron posibles pasos que pueden tomarse en el terreno diplomático para contribuir a la implementación de los acuerdos de Nairobi y el proceso de Luanda.
Otros temas de la audiencia con Lourenço fueron la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, asunto que el secretario de Estado afirmó que es apoyado por la administración de Biden, al igual que las transformaciones en otras organizaciones internacionales.
Asimismo, resaltó las acciones promovidas por el mandatario angoleño y su Ejecutivo en el enfrentamiento a la corrupción, la diversificación de la economía, la atracción de la inversión extranjera y la creación de un ambiente positivo de negocios en el país.
Sobre los ámbitos de cooperación, enfatizó en la importancia concedida a las inversiones en el Corredor de Lobito, por su verdadero potencial transformador para Angola y el continente, y dijo que la intención es convertir a la nación en un hub de transporte y comercio.
Igualmente aludió a un proyecto para la generación de energía a través de paneles fotovoltaicos, que no solo favorecerá a la población, sino que creará empleos; así como los planes de trabajo conjunto en la construcción de infraestructuras viales y puentes para conectar comunidades.
Apuntó que la seguridad alimentaria debe convertirse en uno de los elementos fundamentales de la cooperación, donde trabajarán para la creación de capacidades propias, sostenibles y duraderas, para producir alimentos.
Blinken precisó que Estados Unidos debe contribuir al mapeo de suelos, el estudio de las mejores variedades de semillas, la transferencia de experiencias, conocimientos y tecnologías, para que el país avance con sus propios esfuerzos tanto en este ámbito como en materia de seguridad y otros campos.
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