Además de consolidar su control sobre el Partido Republicano (GOP), para algunos críticos, de haber prosperado la iniciativa sería una cuestión sin precedentes.
Todavía hay una rival en la contienda, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, que se mantiene desafiante en la campaña, a pesar de las fuertes presiones para que renuncie.
“¿A quién le importa lo que diga el RNC (sigla en inglés del Comité)? Dejaremos que millones de votantes republicanos en todo el país decidan quién debe ser el nominado de nuestro partido, no un montón de miembros en Washington”, advitió la la portavoz de la campaña de la también exgobernadora de Carolina del Sur, Olivia Perez-Cubas.
Trump y sus aliados siguen incrementando su presión para que Haley se retire de la contienda después de terminar en segundo lugar para la nominación del partido en las elecciones primarias de Nuevo Hampshire el martes pasado.
Sin embargo, la exgobernadora sigue pelando por su puesto en la nominación mientras el exgobernante enfurece, porque se considera imparable luego de sus triunfos en los caucus de Iowa y en la jornada de New Hampshire.
Trump quiere sacar a Haley para centrar su atención en todo el andamiaje electoral y su rival demócrata, Joe Biden (aunque no cuenta que tiene sobre sí una montaña legal que resolver).
La noticia sobre el retiro de la resolución circuló poco después que Trump utilizara la su red Truth Social para expresar que, si bien aprecia “enormemente” la idea, sentía que “por el bien de la unidad del partido, no deberían seguir adelante con este plan, sino que yo debería hacerlo a la ‘antigua’ y concluir el proceso en las urnas”.
El mandatario (2017-2021) apenas cuenta con 31 de los mil 215 delegados necesarios en la Convención Nacional Republicana para ganar la nominación. Su rival Haley tiene 14.
Pero de aquí la cita del partido del 15 al 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin queda agua por correr, pese a los pronósticos adversos para Haley.
Algunos oponentes de tendencia republicana confían que en cualquiera de los cuatro juicios pendientes Trump podría ser condenado y entonces, ¿qué pasaría?
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