Medios locales dieron seguimiento a la jornada electoral del pasado 23 de enero, en la cual el exmandatario desplazó por 11 puntos de diferencia a su única rival en la pelea republicana, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley.
New Hampshire es un lugar clave en el ciclo electoral que arrancó el pasado 15 de enero con los caucus del Partido Republicano (GOP) en Iowa, donde Trump se llevó el triunfo, aunque con baja participación de votantes.
Para el Partido Demócrata, cuya nominación presidencial está en poder del actual titular del cargo, Joe Biden, la votación en New Hampshire fue no vinculante, luego de decidir cambiar el calendario tradicional e inaugurar formalmente sus primarias el 3 de febrero en Carolina del Sur.
No obstante, en el sufragio Biden -que ni siquiera aparecía en las boletas- se ratificó como favorito con el 74,5 por ciento de los votos; en tanto, los otros dos rivales demócratas: Dean Phillips, obtuvo el 16,3 por ciento, y Marianne Williamson, el 4,2.
El ciclo de primarias es la fase más larga del complicado y extenso recorrido electoral en Estados Unidos, el cual sirve para que cada uno de los dos partidos, que históricamente se han alternado el poder cada cuatro años, escojan a su candidato a presidente, en este caso para las elecciones previstas dentro de unos 10 meses.
Trump se alzó con el estado en las primarias de 2016 y lo perdió en las presidenciales de ese año y en 2020.
La semana también concentró sus focos mediáticos en Nueva York, donde este viernes concluyó el juicio a Trump por difamar a la periodista y escritora E. Jean Carroll, quien con este le ganó el segundo pleito al magnate, el anterior en 2023 por acusaciones de agresión sexual en 1996.
El expresidente sigue negando que conoció a Carroll y al momento de testificar el jueves, le preguntaron si mantenía su declaración y respondió “100 por ciento, sí”.
Trump, que ha insultado públicamente a la periodista y la tildó de mentirosa y tarada, enfrenta muchas batallas legales mientras hace campaña para regresar a la Casa Blanca.
En un caso civil de fraude, que amenaza el imperio empresarial de Trump, la conclusión del juez de primera instancia podría ocurrir en cualquier momento.
El expresidente fue acusado de 91 cargos penales entre estatales y federales en cuatro juicios y para algunos de sus críticos no está libre de una condena.
Pese a todo, la carrera política y la base electoral de Trumpo se mantienen inalterables. Su estrategia -dicen- es dilatar cuanto más pueda los procesos con la justicia para dar tiempo a que pasen las elecciones del 5 de noviembre.
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