En un encuentro en Dacca con una delegación parlamentaria británica, la dignataria consideró que el mundo debería pensar en medidas para resolver la crisis de los rohingya, de acuerdo con un reporte de Bangladesh Sansgbad Sansgthad(BSS).
Hasina recordó que su país brinda refugio a esa comunidad desde 2017 después de un éxodo masivo desde Myanmar por la difícil situación humanitaria que precedió al golpe militar.
Había unas 40 mil mujeres embarazadas entre los desplazados por la fuerza de su tierra natal, acotó Hasina.
Sobre las actuales negociaciones con la junta militar, la primera ministra bangladesí precisó que Myanmar aceptó recibir de vuelta a sus nacionales, pero aún no ha tomado medida alguna al respecto a pesar de que ya pasaron seis años, afirmó.
Explicó que desde la pandemia de Covid-19 y los conflictos en curso a Bangladesh le resulta una carga pesada mantener la asistencia a los rohingyas.
A pesar de que han pasado seis años, Myanmar no hizo nada tangible y práctico para recuperar a sus ciudadanos, aunque previamente acordaron hacerlo, dijo.
La dignataria bangladesí agregó que como resultado, los refugiados llevan una vida de miserias.
En reiteradas ocasiones, Dacca ha alertado sobre el impacto en los campos de refugiados de la merma de los fondos prometidos por la comunidad internacional.
Dichos campamentos se encuentran superpoblados, en condiciones de pobreza y con el aumento de delitos como el tráfico de drogas y armas, y secuestro, que trascienden las fronteras de Bangladesh, según Hasina.
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