De acuerdo con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el máximo planificador económico del país, el fondo se destinará a la reconstrucción de la infraestructura y la reanudación de los servicios públicos básicos.
El deslizamiento ocurrió el 22 de enero y enterró a 18 hogares en el condado montañoso de Zhenxiong, ciudad de Zhaotong, provincia de Yunnan, suroeste del país.
Según cifras oficiales, hasta el jueves pasado las autoridades locales evacuaron a 918 personas de 223 casas.
El presidente Xi Jinping ordenó esfuerzos de rescate inmediatos luego del desastre con el objetivo de minimizar las bajas.
Además, exigió un mayor monitoreo y alerta temprana, así como un enfoque científico en la búsqueda y salvamento para protegerse contra eventos secundarios.
El gobernante insistió en garantizar medidas adecuadas para consolar a las familias de las víctimas y reasentar a los afectados.
Xi dijo que los desastres naturales, los accidentes de tráfico y los incidentes de seguridad en el trabajo son propensos a ocurrir a medida que se acerca la Fiesta de la Primavera (10 de febrero) y debido a la influencia negativa de las olas de frío.
En este sentido, instó a las regiones y departamentos que evalúen los riesgos potenciales y asuman sus responsabilidades para prevenir víctimas.
La semana pasada un fuerte terremoto de magnitud 7,1 sacudió el condado de Aksuwushi, de la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste, lo que provocó al menos tres fallecidos y varios heridos.
También en esos días Beijing confirmó la muerte de al menos 39 personas y nueve lesionados debido a un incendio en el sótano de una tienda en Xinyu, provincia oriental de Jiangxi.
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