El enfoque de los republicanos -con una ajustada mayoría en la Cámara Baja- gana críticas de uno y otro lado del pasillo.
De acuerdo con publicaciones de prensa, en su desenfreno por el impeachment (juicio político) el Partido Republicano no está cumpliendo con los estándares constitucionales para destituir a un funcionario del gabinete de su cargo.
Los artículos que el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes analizará este martes acusan a Mayorkas de no cumplir con las leyes de inmigración, señalando estándares de detención que jamás se cumplieron bajo gobiernos anteriores incluso en dl mandato de Donald Trump (2017-2021).
También lo acusan de “abuso de la confianza pública”, lo que, según plantean, equivale a una “violación de su juramento de desempeñar bien y fielmente los deberes de su cargo”.
Mientras los republicanos afirman que su caso alcanza el nivel de delitos y faltas graves, los demócratas expresan lo contrario.
“No hay traición. No hay soborno. No hay delitos ni faltas graves”, indicó, citado por el diario The Hill, el representante Dan Goldman (Nueva York), ante las pretensiones de los adversarios.
Tenemos dos acusaciones completamente inventadas en una letanía de artículos de juicio político que simplemente enumeran disputas políticas -enfatizó- porque a los republicanos no les gusta cómo el presidente Biden y el secretario Mayorkas han tratado de abordar los problemas en la frontera.
Además de los demócratas, hay republicanos que no comparten la forma en que su partido quiere avanzar en este segundo juicio político, porque están inmersos igualmente en una investigación de impeachment a Biden.
El exsecretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff, que sirvió durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009) advirtió: “No acusen a Alejandro Mayorkas”.
«No han presentado pruebas que cumplan con los estándares», escribió Chertoff en un artículo publicado el domingo.
Por su parte, un comentarista conservador y experto legal señaló la víspera que simplemente no cree “que tengan aquí (los republicanos) una base reconocible para un juicio político”.
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