En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, la cual abrió con una amplia información de los avances de la vacunación en los estados fronterizos con Estados Unidos para poder reabrir los accesos binacionales hasta ahora cerrados, el mandatario admitió un relajamiento de la disciplina social.
Señaló que el repunte es en algunos estados, no en todos, y el aumento de casos se da sobre todo en jóvenes, ese es el fenómeno nuevo que se está presentando en el país.
Los jóvenes tienen más resistencia a las consecuencias de la Covid-19, expresó, pero lo cierto es que hay más contagios en varios estados, aunque afortunadamente sin incremento en los fallecidos porque las vacunas han ayudado mucho.
Llamó a la gente que no se han vacunado a que reconsideren su posición y se inmunicen y tomen conciencia de la necesidad de ese paso pues ayuda a preservar la vida.
En cuanto a la ayuda a los familiares de las víctimas dijo el Estado sigue con los planes conocidos pero reiteró que la más importante es la ofrecida por los propios miembros del hogar, la institución social de mayor relevancia en el país.
Admitió que todavía no se ha hecho un balance general para determinar los daños sociales provocados por la pandemia, sobre todo en la educación, los atrasos ocasionados, también en lo emocional donde la afectación es grande.
Anunció que van a ver los daños en la educación sobre todo cuando reanudemos totalmente las clases y no solamente en las que ahora han podido reactivar las presenciales porque son pocas.
Entre los graves problemas derivados de la pandemia señaló un aumento de la obesidad, que ya era algo grave en el país antes de la Covid-19, pero se incrementó con el encierro de los niños en sus casas y también de los mayores.
Recordó que antes de la pandemia en un recorrido por 80 hospitales estatales en todo el país comenzaron a aplicarse cuatro programas a jóvenes que ahora su cumplimiento es más importante que nunca: no al embarazo no deseado, no a la violencia, no a las drogas y no al consumo a productos chatarra.
La pandemia, admitió, ha tenido un doble efecto porque además de las consecuencias propias de la patología agudiza las comorbilidades crónicas como la obesidad que hace a la persona más susceptible a enfermar y ser víctima de la Covid-19. Eso está demostrado.
Aseguró que el encierro contribuyó a que en más de un año no hubo en México una alimentación adecuada, ni ejercicios físicos, y aumentó la obesidad en niños y jóvenes lo cual, indicó, hay que combatir.
mem/lma