“Es muy importante entender que mucho de lo que actualmente nos sucede es la consecuencia directa de un pasado que no recordamos. Faltó construir como sociedad una memoria de la dictadura”, añade un editorial de esa publicación que rememora el golpe de Estado contra aquel gobierno el 2 y 3 de febrero de 1989.
El periódico cita la frase del filósofo español George Santayana “los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”, para afirmar que esas palabras conservan su valor, “especialmente en Paraguay, ante otro aniversario de aquella acción que puso fin a una sanguinaria dictadura de 35 años”.
Según Última Hora, esta fecha en que la democracia cumple los mismos años que la dictadura, obliga “a reconocer como sociedad que en estas tres décadas uno de los mayores déficits fue dejar de construir la memoria de lo que fue aquel oprobioso régimen”.
Stroessner –recuerda el periódico- “gobernó respaldado en una trilogía formada por el Gobierno, las Fuerzas Armadas y el Partido Colorado (PC), encarnando una de sus peores herencias: su versión tercermundista-absolutista de ‘el Estado soy yo”.
El PC –rememora Última Hora- solo dejó de ocupar el poder durante un breve período de cuatro años, dentro de los 77 años de historia de esa organización, mediante gobiernos «que nunca excluyeron al dictador de su panteón de líderes históricos».
Tampoco durante la transición, ningún ejecutivo «colorado» (perteneciente a esa organización partidista) realizó actos de recordación oficial sobre los sucesos y la significación del 2 y 3 de febrero de 1989, puntualiza el periódico.
“En cambio –subraya- en 2006 cuando murió el dictador, la Junta de Gobierno del PC le rindió un homenaje, mientras muchos paraguayos que sobrevivieron a su dictadura sufrieron maltratos y los más jóvenes jamás tuvieron la oportunidad de saber lo que fue aquel Gobierno, y ello configuró nuestro presente”.
El medio impreso paraguayo rememoró como aquella tiranía gobernaba con el estado de sitio permanente, detenía a las personas en forma arbitraria, prohibía reuniones y manifestaciones públicas, mediante leyes como la 209, que sancionaba a quienes predicaran “la eliminación de las clases sociales”.
“Stroessner coartó todas las libertades –rememora el diario- violó los derechos humanos, realizó detenciones ilegales, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, torturas y asesinatos, lo cual fue detallado en un informe en 8 tomos por la Comisión Verdad y Justicia, creada en 2003”.
De acuerdo con Última Hora, “Paraguay necesita recuperar la memoria, pues de no hacerlo, estaremos condenamos a padecer los mismos males por décadas y centurias. Esta sigue siendo una tarea pendiente de la democracia”.
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