El ritual se celebra desde el mediodía del día 23 del duodécimo mes lunar, que este año cae el 2 de febrero, y consiste en liberar carpas que servirán como cabalgadura a los dioses Ong Cong y Ong Tao en su regreso al cielo para informar al Dios todas las cosas buenas y malas enfrentadas por esa familia.
Según la creencia local, al decir adiós a todas las cosas malas del año anterior las personas entrarán relajadamente en un nuevo año de paz y felicidad.
Además de este ritual de adoración, en los hogares se alistan ofrendas que varían según las regiones, pero en las cuales usualmente se colocan lámparas, incienso, papeles votivos, flores frescas, una bandeja de cinco frutas y otra de platos tradicionales como arroz glutinoso al vapor, pollo, pastel de cerdo, rollitos de primavera fritos y sopa de brotes de bambú.
En esta capital la adoración de los dioses Ong Cong y Ong Tao transcurrió en un día caracterizado por una inusual y espesa niebla, que ocasionó en la madrugada y primeras horas del día trastornos en las operaciones del aeropuerto internacional de Noi Bai, donde se activó un protocolo de seguridad.
Alrededor de 37 vuelos no pudieron aterrizar en la terminal aérea hanoyense y otros 12 fueron desviados a aeropuertos cercanos, reportó la agencia de noticias VNA, según la cual otros 54 vuelos programados para partir desde Noi Bai tuvieron que retrasar el despegue para esperar a que mejorara el tiempo.
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