Todos los medios de prensa movieron el radar hacia la decisión del mandatario, ocurrida este viernes, el mismo día en que retornaron los cuerpos de los tres estadounidenses muertos durante una operación con aviones no tripulados a una base militar del Pentágono en Jordania, hecho que dejó también otros 40 heridos.
“Nuestra respuesta empezó hoy”, afirmó Biden al referirse a la amenaza relacionada con los hechos en Jordania, de los cuales responsabilizó a grupos respaldados por Irán.´
El mandatario demócrata, que echó más pólvora a la volátil región del Medio Oriente, dijo después de consumarse el bombardeo que la respuesta continuará “en el momento y lugares de nuestra elección”.
De acuerdo con los reportes, Biden aprobó planes para varios días de ataques aéreos contra puntos que abarcan «personal e instalaciones iraníes» tanto en Iraq como en Siria.
Otro tema noticioso que también ocupó titulares fue que el juicio federal del expresidente Donald Trump por injerencia electoral en Washington D.C., ya no comenzará el 4 de marzo, de acuerdo a lo que escribió la jueza Tanya Chutkan la víspera.
No está claro cuándo arrancará exactamente, pero el caso ha estado en pausa durante casi dos meses hasta que se resuelva en la Corte Suprema la apelación de Trump sobre su posible inmunidad.
Hay quienes señalan que un aplazamiento del proceso hasta principios de mayo fácilmente podría significar que el juicio no concluirá hasta después de la Convención Nacional Republicana, prevista del 15 al 18 de julio en Milwaukee, y a la que el exgobernante llegaría como posible candidato a la nominación.
La eliminación de la fecha aumenta las probabilidades de que el otro caso de Trump, pero en Nueva York, que involucra acusaciones por la forma en que pagó para silenciar una supuesta aventura extramatrimonial con la actriz de cine para para adultos Stormy Daniels, sea el 25 de marzo, el próximo en la cola.
El incremento de las tensiones entre las autoridades de Texas y el gobierno federal también estuvo en el centro de atención esta semana.
El gobernador Greg Abbott reaccionó conque sería un grave “error político” si el presidente Biden nacionalizara la Guardia Nacional de su estado como piden los demócratas.
La Guardia Nacional de Texas pareció ignorar una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que despejó el camino para que la Patrulla Fronteriza retirara el alambre de púas instalado por el estado en el borde que separa a Estados Unidos y México.
De hecho, las autoridades estaduales dijeron que seguirán la construcción a lo largo de la frontera, una decisión que Abbott justifica ante las críticas a Biden, a quien responsabiliza de no hacer cumplir las leyes de inmigración y ser el causante de la actual crisis en la frontera sur.
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