Su coordinador principal, el catedrático biomédico Rafael Radi, resumió los 15 meses de actividad del, GACH en acto de homenaje a sus 60 integrantes, horas atrás, con la participación del presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
Durante ese período de tiempo el Grupo realizó estudios interdisciplinarios y elaboró 90 documentos en el combate a semejante emergencia mediante una acción científica independiente de asesoría al gobierno.
Radi agradeció el apoyo de las organizaciones sociales en todos los territorios, la Universidad de la República, el Instituto Pasteur y otras instituciones dedicadas a la investigación y al personal de la salud.
El especialista describió tres etapas de la pandemia en Uruguay y en la tercera actual se descendió de zona cuatro a tres de riesgo, pero recalcó que todavía falta mucho para llegar a los 200 casos diarios de Covid-19 para afirmar que el país controla los contagios.
También usaron de la palabra los otros dos coordinadores del GACH, el matemático Fernando Paganini y el gastroenterólogo Henry Cohen, quienes llamaron a ‘la cautela en los espacios de apertura’ y a ‘no bajar la guardia aunque parezca que falta menos’.
Al final del acto, celebrado con una reducida asistencia, el presidente Lacalle Pou entregó a los tres expertos, por primera vez, el Premio de la Presidencia de la República ‘a la labor científica y cultural’.
El 7 de febrero en una coyuntura sanitaria desfavorable, el GACH emitió un comunicado con una serie de recomendaciones para atender una situación epidemiológica de transmisión comunitaria intensa y sostenida del virus SARS-CoV-2, cuyo ‘corto’ acatamiento por el gobierno causó insatisfacción entre integrantes.
A la altura de mayo Radi aconsejó drásticos cierres de actividades durante tres semanas, en lugar ‘de una cosita de medida por aquí y otra por allá’ porque ‘nos puede ir peor todavía’ y con posterioridad el Grupo anunció su disolución.
La Asociación de Docentes de la Universidad de la República emitió un comunicado para informar de su ausencia al acto de homenaje de forma presencial porque ‘no es una buena señal para transmitir a la sociedad la idea de que la situación ya está controlada’.
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