Los pedidos de los consumidores declinaron ligeramente, de 59,1 toneladas en 2022 a 55,5 toneladas en 2023, mientras la comercialización de lingotes y monedas sufrió una modesta pérdida interanual y alcanzó las 40 toneladas, dos menos que el año anterior, detalló la publicación.
El periódico calificó de sustancial la disminución en la demanda de joyería, que fue de solo 15 toneladas, para un decrecimiento interanual de 16 por ciento.
Este marcado declive, explicó, obedeció a las cuatro disminuciones interanuales trimestrales consecutivas registradas y atribuidas a la desaceleración del crecimiento económico y a una inflación relativamente alta en la región.
De acuerdo con el informe Tendencias de la demanda del Consejo Mundial del Oro, citado por la propia publicación, los pedidos anuales del metal precioso (excluyendo el comercio extrabursátil) cayeron a cuatro mil 448 toneladas en 2023, un cinco por ciento menos que los solicitados en un 2022 notablemente fuerte.
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