La mitad de la población del país requiere apoyo en medio del conflicto iniciado en 2023 entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las de Apoyo Rápido, advirtió el coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths.
De acuerdo con el alto representante, muchos de los necesitados son niños mientras que 18 millones de civiles padecen inseguridad alimentaria aguda como consecuencia de una de las mayores crisis de desplazamiento y protección del mundo.
El llamamiento incluye un Plan de Respuesta y Necesidades Humanitarias de dos mil 700 millones de dólares destinado a 14,7 millones de personas dentro de Sudán, y un Plan Regional de Respuesta a Refugiados de mil 400 millones para ayudar a 2,7 millones de personas en cinco países circundantes.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios gestionará la respuesta en Sudán, mientras que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) liderará la iniciativa regional.
Desde la sede de la ONU en Ginebra, Griffiths alertó que además de de la violencia, el desplazamiento y la falta de un horizonte político, la nación enfrenta el creciente riesgo de la hambruna.
Por su parte, el titular de la Acnir, Filippo Grandi, recordó que la región también padece las consecuencias de la guerra y los masivos desplazamientos que apuntan ahora a Libia, Túnez y luego Europa.
«He advertido literalmente a los países europeos que si continúa el actual abandono de esta crisis, veremos movimientos secundarios, como los llamamos», enfatizó el experto.
De acuerdo con evaluaciones recientes, dos de cada tres sudaneses carecen de acceso a la atención sanitaria y aproximadamente 19 millones de niños no van a la escuela.
El conflicto que estalló el abril pasado acumula más de 13 mil víctimas fatales y más de 10 millones de civiles expulsados de sus hogares.
Solamente la actual ronda de hostilidades obligó a más de 1,5 millones de personas a huir a través de las fronteras hacia países que ya albergan grandes poblaciones de refugiados.
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