Para muchos este jueves marcó el comienzo de un largo feriado que se extenderá hasta el próximo día 15 y ello se refleja en el inusual cierre de no pocos establecimientos comerciales y el cese de labores en instituciones estatales.
El comercio callejero, sin embargo, vive horas de intensa actividad, pues las celebraciones del Tet propician las reuniones familiares y los encuentros con amigos en los que suelen compartirse la cena y además, entre otras elementos tradicionales, conllevan la preparación de una bandeja con cinco frutas.
Esta fuente es colocada en el altar de los antepasados, o en la sala de la casa para la decoración, y necesariamente debe contener frutos de diferentes colores, simbolizando las leyes del yin y el yang de los cinco elementos: metal, madera, agua, fuego y tierra.
Por otro lado, los preparativos para el Tet constituyen una prioridad para el Gobierno vietnamita, cuyo primer ministro, Pham Minh Chinh, instó recientemente a los ministerios, ramas y localidades a garantizar la celebración de un Año Nuevo Lunar 2024 alegre, saludable, seguro y económico.
En particular, el jefe de Gobierno subrayó la importancia de revisar y actualizar la situación de vida de los beneficiarios de políticas, las personas con méritos revolucionarios y en dificultad económica para prestarles atención, cuidado y apoyo oportuno.
Al respecto, organizaciones sindicales organizaron programas como Reunión del Tet–Primavera compartida, El Tet cercano a la casa, y el Mercado del Tet del Sindicato, dirigidos a trabajadores en circunstancias difíciles, que sufrieron accidentes de trabajo, enfermedades graves, jornadas laborales reducidas o la pérdida del empleo.
Mientras, en provincias como la norteña Ha Nam autocares gratuitos transportaron a casi mil 500 trabajadores desfavorecidos y a sus familiares de regreso a casa para las vacaciones por el Nuevo Año Lunar del Dragón, en el marco del programa Viaje Sindical al Tet.
El Frente de la Patria, por su parte, destinó más de 17,7 mil millones de dong vietnamita (alrededor de 723 mil dólares) para cuidar a los pobres en áreas fronterizas, isleñas, remotas y habitadas por minorías étnicas, o en aquellas afectadas por desastres naturales y epidemias.
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