Esa medida contempla una veda a la navegación y la pesca, así como una mayor asistencia del Gobierno, pues evaluaciones preliminares apuntan a daños en los arrecifes de la bahía de Rockley Bay.
De momento, en las operaciones participan trabajadores de esa agencia y de otras seis entidades estatales, buzos y dos buques especializados, pero se prevé desplegar más personal y equipos.
Igualmente, las autoridades recojen muestras para confirmar la composición del combustible vertido.
La nave está semisumergida, fue identificada con el nombre de Gulfstream, mide caso 330 pies de largo y no tiene matrícula.
Según se supo, fue usada para transportar madera y arena, perdió algunas de sus partes y no había tripulación alguna cuando se volteó en el mar, exactamente frente al parque industrial de Cove Eco.
Las autoridades del Trinidad y Tobago abrieron una investigación sobre el incidente porque nunca se recibió llamada alguna de la embarcación, se desconoce de dónde proviene y cómo llegó a aguas nacionales.
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