Medios periodísticos alertan que, detrás de la fiesta vibrante que se extenderá hasta el 19 de febrero, hay una preocupación que llama la atención: el acoso sexual. La ley que convirtió en delito tal intimidación completó seis años en 2024.
Según el Código Penal, esa transgresión es «practicar contra alguien y sin su consentimiento acto libidinoso con el objetivo de satisfacer la propia lascivia o la de tercero».
Para la responsable de la Comisaría Especializada de Atención a la Mujer en el municipio Montes Claros (estado de Minas Gerais, sudeste), delegada Karine Maia, el ordenamiento jurídico no podía abarcar ciertos comportamientos, dejándolos prácticamente impunes.
Antes de 2018, los casos que no se encuadraban como violación, por no implicar violencia, amenaza o vulnerabilidad, solo eran considerados como delito menor.
«Hablamos de actos como pasar la mano, forzar un beso, tocar partes íntimas o incluso hacer insinuaciones sin consentimiento, prácticas comunes en ambientes como el Carnaval», precisó.
La pena por estos crímenes, que incluyen desde acoso hasta abuso sexual, puede llegar hasta cinco años de reclusión. La delegada llama la atención para que las denuncias sean hechas.
«Es importantísimo que las víctimas denuncien porque las mujeres ya no pueden tolerar ese tipo de violencia, ese tipo de actitud en el Carnaval principalmente», subrayó.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Justicia, Brasil registra un promedio de 13,6 nuevos casos de acoso sexual por día llevados a la Justicia.
El Anuario Brasileño de Seguridad Pública revela que, si se consideran todos los casos registrados por la policía, la estadística aumenta para un promedio de 52 por jornada.
Los datos crecen en el Carnaval. La mitad (50 por ciento) de las mujeres sufrieron acoso sexual en la festividad y el 73 por ciento tiene miedo de pasar por esa situación por primera vez o nuevamente.
Por eso, la abogada Ielly Barros orienta que, en caso de acoso sexual durante la mascarada, se debe, primeramente, accionar la Policía Militar o Guardia Municipal más cercana para evitar la fuga del ofensor y cesar la importunación.
Después, lo más indicado, es denunciar y buscar una Comisaría de Defensa de la Mujer, pues allí las personas resultan «más capacitadas para abordar este caso de violencia y el tratamiento será más humanizado, en un momento de dolor inconmensurable».
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva certificó en diciembre una legislación pionera que establece el protocolo llamado No es No en Brasil, enfocado en resguardar a las mujeres de acoso y violencia en espectáculos, bares y discotecas.
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