Ese estudio, publicado por ABC News/Ipsos la víspera, arrojó que el 59 por ciento de los entrevistados consideró que tanto Biden (actualmente de 81 años) como Trump (de 77) no estarían en condiciones de cumplir con otro periodo en la mansión ejecutiva.
El tema de la edad, decididamente, se coló en la campaña electoral tras la publicación la semana pasada de un informe del fiscal especial Robert Hur que debió ser un triunfo político para el demócrata porque no enfrentaría cargos por el manejo de documentos clasificados.
Sin embargo, hizo un dibujo demoledor de Biden al señalar que era un anciano simpático con buenas intenciones, pero con mala memoria que expresó durante la investigación facultades disminuidas.
Hur, quien por cierto fue nombrado en 2017 por Trump como fiscal federal de Maryland, hizo una serie de referencias en su conclusión que lo disminuyen en sus capacidades cognitivas cuando planteó que fue incapaz de recordar la fecha de la muerte de su propio hijo e incluso cuando fue vicepresidente durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
El fiscal activó, como señalan medios locales, la bomba de relojería, dando además combustible a los republicanos y al mismo Trump para los fuertes ataques contra Biden.
Una encuesta de NBC mostró también que un 76 por ciento (incluyendo un 81 por ciento de independientes y un 54 de demócratas) consideró que al presidente le falta la salud mental y física necesaria para otros cuatro años en la residencia de la Avenida Pensilvania. El porcentaje respecto a Trump fue de 48 por ciento en ese mismo sondeo.
Para algunos estrategas demócratas lo ocurrido con el reporte de Hur no es pasajero ni se puede minimizar.
«El informe es muy malo y plantea un peligro político muy real», dijo Dan Pfeiffer en su newsletter y la edad “de Biden es su mayor impedimento para la reelección y esta descripción puede ser muy dañina».
En una conferencia de prensa el mismo jueves, día de la divulgación del informe de Hur, Biden dio una igual en horario estelar, molesto por el tratamiento que recibió respecto a sus capacidades.
El presidente recalcó que tiene buena memoria, pero lamentablemente cometió un nuevo lapsus que echó más combustible al fuego.
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