Estos son días en que acá se prefiere festejar en familia para poder reunirse y conversar sobre las perspectivas de un año que acaba de comenzar y estará regido por ese ser mitológico símbolo del poder espiritual supremo y al cual se asocian la prosperidad y la buena fortuna representado por el dragón. Así, es costumbre sentarse a dialogar compartiendo una taza de té caliente y hacerlo acompañado de conservas de frutas, entre las que muchos consideran que no deben faltar el jengibre confitado con sabor picante, ni las semillas de loto seco dulce.
La primera ayuda a calentar el cuerpo, estimula la digestión, desintoxica y alivia el dolor de estómago, mientras las últimas además de tener un delicioso sabor y resultar muy nutritivas significan un nuevo año de reencuentro.
Es también tradición que en estos días las familias se unan para acudir a las pagodas y allí rendir tributo a sus antepasados y rezar por los más disímiles motivos. Algunos invocan por riqueza, fortuna y amor, en tanto otros solo piden paz y salud para sus familiares.
Los vietnamitas, comenta un despacho de la agencia de noticias VNA, creen que recurrir a las pagodas en el Nuevo Año Lunar no es solo para rezar, sino también para mantener el alma relajada y dejar atrás los problemas de la vida cotidiana.
Hay además quienes acuden allí para pedir las primeras letras del año o coplas significativas para decorar sus casas, con el deseo de orar por el éxito en la vida o en los exámenes de sus hijos.
Para los menores de la familia el Tet reserva un momento especial y es cuando reciben de sus mayores, como muestra de los deseos de éxitos en el estudio o el trabajo y una vida próspera, un sobre rojo con dinero que deben emplear en algo útil como la compra de materiales de estudio, pagar las matrículas escolares, o ayudar a amigos desfavorecidos.
Aunque también resulta usual visitar a vecinos, familiares y amigos para entregarles también a ellos estos sobres rojos a modo de felicitación y buenos deseos para el año que acaba de comenzar y cuya celebración el Gobierno de Vietnam anticipó que sería alegre, saludable, segura y económica.
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