Ambos representantes intercambiaron opiniones sobre la presidencia de Guyana este mes frente al Consejo de Seguridad, las relaciones con Venezuela y la situación en Haití, de acuerdo con una nota divulgada por el organismo.
Ali presidió este martes el debate abierto sobre el impacto del cambio climático y la seguridad alimentaria convocado por la representación de su país para el ente de seguridad, órgano que por primera vez preside la nación sudamericana.
El tema, considerado por el mandatario una prioridad para una discusión a ese nivel, impacta a 122 millones de personas que viven en países atrapados en conflictos.
“Erradicar el hambre causada por la guerra costará cinco mil millones de dólares”, aseguró el jefe de Estado al insistir en la pertinencia del tema dentro del órgano de seguridad.
La cifra excluye el costo de ayudar a las personas afectadas o desplazadas a reconstruir o restaurar tierras que puedan haber sido dañadas.
El diferendo por el territorio del Esequibo con Venezuela elevó la víspera el llamado del titular de la ONU quien reconoció que “los recientes acontecimientos en la frontera entre ambos países podrían intensificar las tensiones”.
El secretario general llamó a que ambas naciones resuelvan sus diferencias por medios pacíficos de conformidad con el derecho internacional y se abstengan de cualquier acción que pueda agravar o ampliar su disputa.
Stéphane Dujarric, portavoz del alto representante, recordó los compromisos asumidos por los dos gobiernos en la Declaración de Argyle, suscrita en diciembre del año pasado.
El instrumento firmado en San Vicente y las Granadinas acordó que cualquier controversia entre los estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra de 1966.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo guyanés pactaron que “no se amenazarán -directa o indirectamente- ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancias”, incluidas las derivadas de cualquier diferendo existente entre ambos países.
Sin embargo, en las últimas jornadas, las autoridades de Caracas alertaron del interés de la petrolera estadounidense Exxon Mobile de “apoderarse y explotar ilegalmente” un área marítima perteneciente a Venezuela y un mar sin delimitar con Guyana, como recientemente develó su presidente, Alistair Routledge.
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