Tras la movilización, ocurrida la víspera por iniciativa del Ministerio de Género, Familia e Infancia, las participantes enviaron una nota al presidente Félix Tshisekedi en la que refuerzan el deseo de paz y seguridad para la zona en conflicto, así como expresaron solidaridad con los compatriotas del este de la RDC.
La misiva denunció «las matanzas y atrocidades» de las que son víctimas las personas en las provincias de Ituri y Kivu Norte, y culpó a Ruanda y los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) por las «guerras injustas y recurrentes» que tienen por objetivo «el saqueo de nuestros recursos», declaró la ministra de Género, Familia e Infancia, Mireille Masangu.
Durante la marcha, que por una hora recorrió céntricos puntos de la ciudad, la titular del ramo criticó la complicidad de la comunidad internacional, a la que acusó de ponerse del lado de los opresores.
En tanto, la presidenta de la coalición nacional de mujeres líderes por la paridad, Patricia Maisha, dijo que trabajarán en la sensibilización de la población, para que esté alerta y denuncie al enemigo.
«El pueblo también debe contribuir a la paz”, refirió Radio Okapi.
Acompañada de la policía congoleña, la movilización distó de las protestas violentas del pasado 10 de febrero, cuando varios ciudadanos agredieron a personal de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC (Monusco), sedes diplomáticas de varios países occidentales y vehículos.
El hecho suscitó el rechazo de la Monusco, representantes de naciones y del propio Gobierno congoleño, que el lunes reprimió una manifestación convocada por las mismas causas.
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