Durante su intervención en el Foro de Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Modernas del Neocolonialismo, Alonso afirmó que Nicaragua es solidaria con todos los pueblos que luchan contra la opresión y la discriminación.
La parlamentaria reafirmó que la lucha por la paz y por el establecimiento de un orden internacional justo, son compromisos irrenunciables de la nación nicaragüense.
“Nicaragua es una nación que está en contra de todo tipo de agresión política, militar, económica, cultural, mediática y religiosa; así como el uso de medios de destrucción masiva en conflictos internos e internacionales”, expresó.
En ese sentido, manifestó el rechazo de las violaciones en masa y sistemáticas contra los derechos de la comunidad humana.
De igual modo, Alonso se pronunció en contra de las políticas de bloqueos y sanciones económicas, comerciales y financieras impuestas por Estados Unidos, Europa Occidental y organismos multilaterales, contra Estados soberanos, autodeterminados y revolucionarios.
“Consideramos mecanismos de agresión y prácticas de un modelo colonialista la imposición de leyes y agendas económicas, políticas culturales ajenas a las identidades nacionales y los marcos constitucionales y jurídicos de los Estados nacionales”, subrayó.
En su discurso, la parlamentaria nicaragüense hizo referencia a la agresión sin medida que comete el ejército de Israel contra la Franja de Gaza y expresó solidaridad y apoyo a la causa del pueblo palestino.
Por otro lado, también condenó todos los actos violentos, discriminatorios y crímenes de lesa humanidad cometidos en contra de la población de habla rusa, por parte de Ucrania.
Señaló que en Nicaragua adoptaron como una práctica antiintervencionista y antineocolonialista, la consolidación de un marco jurídico estableciendo una serie de regulaciones modernas en el ámbito de la seguridad, la paz, el desarrollo económico y comercial.
Otras regulaciones están vinculadas con el fomento de las inversiones y la cooperación mutuamente beneficiosa, defensa de la soberanía, independencia y autodeterminación y el fortalecimiento del Estado y sus instituciones.
“Esto incluye la aprobación de leyes, decretos y declaraciones que brindan las mejores condiciones posibles para afianzar nuestras relaciones internacionales en el ámbito político, social, económico y cultural”, destacó.
Alonso ratificó la posición antimperialista, anticolonialista, antifascista y antineonazista, e instó a fortalecer la unidad, el diálogo permanente, respeto mutuo y la solidaridad como premisas fundamentales de las relaciones.
Enfatizó que los gobiernos del mundo que creen en la justicia van a obtener la victoria contra las amenazas como la pobreza, el hambre, guerras, ocupaciones territoriales, desigualdades y el deterioro ambiental y climático en que “nos tiene sumergidos el capitalismo salvaje, despiadado e inhumano”.
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