Ultimamos las medidas necesarias para presentar esta semana ante esa instancia dicha acción dirigida a que la parlamentaria del Partido Encuentro Nacional (PEN) recupere su banca en la Cámara Alta, precisó su colega Rafael Filizzola, quien trabaja junto a González en su defensa, añadió la publicación.
La exsenadora y su equipo argumentan que fue ilegal la votación el miércoles de 23 votos favorables a su pérdida de investidura, aunque “lo más escandaloso –según Filizzola- fue que las autoridades legislativas se abstuvieron de notificarle el libelo acusatorio”.
Por su parte, el abogado constitucionalista y exsenador Hugo Estigarribia opinó que hubo muchas irregularidades en la sesión del 14 de febrero en la que Kattya fue destituida, “empezando por la convocatoria hecha por Silvio Ovelar y no por el presidente de la Comisión Permanente, Colym Soroka”.
El periódico Última Hora publicó el viernes que la Cámara Alta cometió «un atropello» al aprobar la resolución que suprimió la investidura en esa instancia de González.
Los parlamentarios del oficialista Partido Colorado (PT) y sus “satélites” –aseguró el diario- violaron también la Constitución cuando «la interpretaron a su antojo» y cambiaron de forma arbitraria su reglamento sobre mayoría en la contabilidad de los votos”.
Última Hora aludió a que, según el texto de la Carta Magna modificado en 2023, para la pérdida de investidura se requieren dos tercios de los legisladores, lo cual equivale a 30 votos, mientras los parlamentarios «colorados» (del PT) lo hicieron ahora contra González mediante una mayoría de solo 23.
Los argumentos para decidir la expulsión –afirmó la publicación- quedaron en un segundo plano al final de la jornada, mientras “fueron pisoteados por esos 23 congresistas los preceptos constitucionales que describen a Paraguay como “una República que adopta la democracia representativa, participativa y pluralista”.
El texto de la Carta Magna de 1992 –recuerda Última Hora- reemplazó al stronista de 1967 (dictadura de Alfredo Stroessner, 1954-1989), condenó el autoritarismo de aquella “y resultó de un pacto entre una clase política que debatió con un espíritu de verdadera tolerancia”.
La exsenadora por el PEN –agrega el diario- fue expulsada tras un largo debate que estuvo ausente de argumentos y con una modificación al reglamento de la mayoría para decidir la pérdida de investidura en beneficio del sector “colorado”.
“Lo sucedido en el Senado el miércoles 14 de febrero de 2024 –resume Última Hora- quedará en los anales de la ignominia marcado como el día en el que un grupo político tomó por asalto uno de los poderes del Estado e ignoró el mandato de su mandante, el pueblo paraguayo”.
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