El gobierno entregó 17 gramos de materiales y rocas a las primeras 13 instituciones que solicitaron analizarlos.
Según precisaron algunos funcionarios, el país está abierto a proporcionar muestras a más centros, a sumar científicos internacionales a los estudios y también a la cooperación con otras naciones del mundo.
La Chang’e-5 salió al espacio el pasado 24 de noviembre de 2020, recogió alrededor de dos kilogramos de rocas y tierra del suelo lunar y retornó con éxito el 17 de diciembre pasado.
De esa manera China se convirtió en el tercer país del mundo en lograr un objetivo, solo conseguido antes por la exUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Estados Unidos.
Una parte de los materiales se dividió para exhibir al público y otra quedó guardada en Hunan, la provincia natal del fundador de la república popular Mao Zedong.
Como parte del programa espacial, China tiene desde 2017 una sonda en el lado oscuro de la Luna y planea enviar otra al polo Norte a fin de determinar la edad del suelo, la composición del viento solar, los isótopos de hidrógeno, carbono, helio y oxígeno.
Además, con la Chang’e-7 buscará descubrir si existe hielo en la parte desconocida y la octava se enfocará en experimentos científicos y pondrá a prueba tecnologías para construir una base de ciencia e investigación que involucren a humanos y robots en la década de 2030.
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