Por Boris Luis Cabrera
De la redacción de Deportes
Después del dominio que ejercieron sobre sus rivales en el Mundial de Deportes Acuáticos escenificado en Doha, Qatar, los dos podios más altos que se disputarán en los Juegos Olímpicos de este verano en París parecen tener ya nombres y apellidos.
Hongchan alcanzó el metal dorado con una calificación de 436.25, escoltada -como sucedió en la de Tokio 2020- por su compañera Yuxi (427.25).
Como ha venido sucediendo en los últimos años desde que esos dos fenómenos del deporte aparecieron en la escena mundial la ocupante del tercer escaño, en este caso la británica Andrea Spendolini (377.10), quedó muy lejos de sus puntuaciones.
En la prueba sincronizada ambas pasearon la distancia con 362.22 puntos, por encima de las surcoreanas Mi Rae Kim y Jin Mi Jo (320.70) y las británicas Lois Toulson y Andrea Spendolini Sirieix (299.34).
Eran solo unas niñas cuando la perfección de sus saltos comenzaron a llamar la atención de jueces y espectadores, en un país dominante en esa disciplina, al punto de ganar en los 10 más recientes Juegos Olímpicos 47 medallas de oro de las 64 puestas en juego.
Yuxi fue la primera en robar titulares en medios informativos, cuando con 13 años de edad se colgó en el pecho la presea áurea en el Campeonato Mundial de Natación de 2019, celebrado en la surcoreana ciudad de Gwangju.
Allí se convirtió en la segunda titular del orbe más joven en la plataforma de 10 metros, después que en 1991 su compatriota Fu Mingxia lograra la hazaña con solo 12 primaveras.
El caso de Hongchan es aún más llamativo, mediático y espectacular, al dominar la prueba en la cita multideportiva de Tokio con dos saltos que alcanzaron la puntuación perfecta, para coronarse como la mejor del planeta a cuatro meses de haber cumplido los 14 años.
Yuxi, relegada al segundo puesto, reconoció el nivel de su compañera y dijo que en el gigante asiático no tenían trucos ni grandes técnicas de entrenamiento. «Es solo una cuestión de saltar y saltar, la práctica hace la perfección», apuntó. «Me gustaría felicitarla, siento que en realidad es incluso mejor que yo hace dos años en cuanto a su toque, los detalles y su técnica», agregó en aquella oportunidad.
La historia de Hongchan impactó al mundo, cuando al recibir su medalla dorada después de una asombrosa demostración que le valió una nueva marca mundial (466.20 puntos), declaró envuelta en su timidez que su objetivo era ganar suficiente dinero para mantener a su madre enferma.
Su progenitora había sufrido cuatro años antes un accidente automovilístico que le produjo una grave enfermedad y aunque toda la familia había estado apoyando, la clavadista dijo que se estaban quedando sin fondos.
Era la primera vez que viajaba fuera de su país y regresó como una heroína. Pese a no considerarse como un prodigio por no ser brillante en los estudios, lo cierto es que se encaramó en el trono de la plataforma y no lo ha abandonado hasta ahora.
Además de su actuación, dejó huellas en aquellos Juegos Olímpicos en la Tierra del Sol Naciente por ubicarse entre los cinco atletas menores de 15 primaveras que alcanzaron una medalla.
Las otras cuatro lo lograron en el Skate, deporte que hizo su debut olímpico. Fueron ellas la local Momiji Yishiya (oro), la brasileña Rayssa Real (plata) y la británica Sky Brown (bronce), todas con 13 años, y la también japonesa Kokona Hiraki (plata), con tan solo 12.
A partir de ese momento la sensacional clavadista exhibe un palmarés envidiable al titularse dos veces en el Mundial del 2022 de Budapest, Hungría, y en una ocasión en la disputada en 2023 en la ciudad japonesa de Fukuoka. En los Juegos Asiáticos en 2022 en Hangzhou, China, ganó par de medallas de oro, una de ellas en el salto sincronizado.
Yuxi, 18 meses mayor, guarda además en sus vitrinas un oro olímpico en salto en binomio, ha ganado seis veces en Campeonatos Mundiales y en una ocasión en las reuniones multideportivas asiáticas, siempre entre pruebas individuales y sincronizadas.
El camino a lo más alto del Olimpo parece despejado para estas dos portentosas atletas del clavado mundial, que más allá de sus habilidades técnicas exhiben un gran poder de concentración en las competencias y una disciplina extrema en los entrenamientos.
La perfección es la meta para todas las atletas chinas en cualquier deporte y ellas no son la excepción, a solo unos meses de la cita olímpica parisina.
«Escucho a mi entrenador con mucha atención, sigo sus instrucciones con mucho cuidado. Ha sido un proceso lento. He sido paciente en mi entrenamiento», dijo Hongchan una vez y son palabras que bien hubieran podido salir de la boca de su compañera Yuxi.
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