“Hay que extenderlo por 30 días más, todavía no hemos resuelto todos los problemas, pero este estado de excepción nos ha permitido, como Gobierno, a través de las Fuerzas Armadas y la Policía, tener mayor control”, declaró el mandatario en una entrevista ofrecida este viernes a medios locales, como Radio City y el diario El Universo.
Noboa decretó el estado de excepción con toque de queda el pasado 8 de enero, en momentos en que se sucedían una serie de atentados en las calles mientras las fuerzas del orden trataban de localizar Adolfo Macías (Fito), cabecilla de la banda criminal Los Choneros, quien se fugó de prisión.
De acuerdo con el decreto ejecutivo, el estado de excepción duraría 60 días, pero legalmente el gobernante puede prorrogarlo por 30 más.
Al día siguiente, el 9 de enero, el jefe de Estado declaró también la existencia de un conflicto armado interno para enfrentar el crimen organizado.
De esa forma, el mandatario abrió una puerta legal para que militares y policías actúen conjuntamente con todos sus recursos para neutralizar a los 22 grupos delincuenciales catalogados como terroristas.
Ya van nueve mil 473 personas detenidas, de ellas 241 por presunto terrorismo, en más de 118 mil operativos de las fuerzas del orden.
Además, han incautado más de dos mil 800 armas de fuego y 64 toneladas de drogas.
Ante las inquietudes relacionadas con la permanencia de los uniformados en las prisiones después de que finalice el estado de excepción, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Jaime Vela, aseguró esta semana que los militares permanecerán en las cárceles «hasta que sea necesario».
Noboa ratificó en la mañana de este viernes su respaldo a la labor de los agentes del orden, aunque existen denuncias de ciudadanos y organizaciones civiles de presuntas violaciones de derechos por parte de policías y militares.
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