Si bien sobre este género musical pesan diversos estigmas asociados a la violencia, marginalidad, machismo e incultura, las acusaciones publicadas trascienden las fronteras de los prejuicios con ejemplos de discriminación y acoso sexual.
Bajo el nombre deutschrapmetoo (me too del rap alemán), el grupo anónimo funge como un espacio de intercambio, asesoría y difusión de la realidad de una industria, que se escuda en el concepto primario de este género para enaltecer la violencia e intimidación.
La nueva asociación feminista, surgida al calor las denuncias por violación contra el rapero Samra, instruye a las víctimas, las transfiere a centros de asesoramiento y ofrece la posibilidad de consultas psicológicas.
Samra aseguró en la propia red social: ‘No violé a nadie, ni a la persona que me acusa de eso, ni a ninguna otra’, pero el caso ocasionó una avalancha de declaraciones sobre situciones similares experimentadas por muchas usuarias.
Más de 200 testimonios dan cuenta de la problemática que atraviesa el mundo del rap en Alemania, durante conciertos, fiestas, giras, backstages (detrás de escenarios) o cuartos de hotel.
Acoso sexual, coacción y violación figuran entre las demandas, en su mayoría realizadas de manera anónima por temor a represalias, y que cuentan con el respaldo de exponentes del género como la rapera Shirin David y la periodista de hip-hop Visa Vie.
En ese sentido, Visa Vie y las iniciadoras de deutschrapmetoo exigieron acciones desde las disqueras y demás entidades de la maquinaria musical, para evitar la promoción de letras que idealizan las violaciones.
Ante dicho panorama, la Asociación Federal de la Industria Musical de Alemania aseguró, en un comunicado, que tomarán en serio las acusaciones, las cuales ‘no pueden atribuirse solo a nuestra industria o a determinados sectores económicos o géneros específicos’, mas ‘hay que asumir responsabilidades y tomar las medidas adecuadas’.
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