‘Este es un compromiso de un Estado menor y más eficiente, enfocado en la salud, educación y seguridad’, afirmó el vicegobernador paulista, Rodrigo García, quien encabezó la apertura de las ofertas.
La puja ocurrió en la Bolsa de Valores de la división territorial, partida en dos grupos (noroeste y sudeste) que se adjudicaron dos consorcios nacionales por un valor superior en un 11 por ciento al mínimo fijado por las autoridades del estado.
Tal concesión tiene una inversión prevista de cerca de 88 millones de dólares que se destinarán para renovar, extender y actualizar la operación en las terminales.
La empresa Consorcio Paulista se llevó un lote con 11 aeropuertos, entre ellos el estratégico de Sao José do Rio Preto, uno de los polos agroindustriales del país.
Por su parte, el Consorcio Voa NW-Voa SE venció la subasta por el bloque sudeste con un lance de 2,8 millones de dólares.
De los aeródromos subastados, solo seis tienen operación comercial y el resto trabaja con vuelos ejecutivos.
Brasil proyecta recaudar unos 70 mil 100 millones de dólares mediante desnacionalizaciones y alianzas público-privadas en 2021, informó en diciembre Martha Seillier, secretaria del Programa de Asociaciones en Inversiones del gobierno.
Desde que asumió en enero de 2019, la administración de Jair Bolsonaro creó un amplio plan de privatizaciones y concesiones. La iniciativa es que esas compañías ayuden a disminuir la deuda pública y dinamizar la economía nacional.
Analistas aseguran que las desestatificaciones en el gigante sudamericano están de forma directa relacionadas con el Consenso de Washington de 1989.
Este evento presentaba una serie de recomendaciones económicas que funcionaban como instrumento de presión internacional para la adopción del neoliberalismo.
Alertan comentaristas políticos que la privatización, además de no mejorar la eficiencia, amenaza la seguridad energética, la soberanía y la capacidad de desarrollo.
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