En un reportaje detallado de la situación de esas personas en varios puntos de la frontera común, el diario Milenio señala que la deteriorada situación de esos migrantes es la consecuencia visible de la cruel política aplicada por Donald Trump en el programa Quédate en México, el cual ell presidente Joe Biden ya eliminó por decreto.
Señala que durante más de un año esas familias permanecen en casas de campaña a un costado del fronterizo río Bravo expuestas a la agresividad de un clima al que no están acostumbradas, la inseguridad por ser un lugar de mucha violencia, la escasez y la miseria por falta de recursos.
Una señora hondureña nombrada Ana, que armó campamento en la localidad de Matamoros, Tamaulipas, en la frontera con Texas, junto a varias familias más, denunció que donde estaban anteriormente todos los días veían cosas terribles, no era lugar para mi hija, hay extorsiones, secuestros, violaciones, asesinatos, manifestó.
Cuando Ana llegó a Matamoros con su esposo e hija, en julio de 2019, lo primero que hicieron fue pedir asilo. Sin embargo, agentes de la Oficina estadounidense de Aduanas y Protección les dijeron que debían tener una audiencia para ser beneficiados con el programa. Hace más de un año están a la espera de esa gestión, afirmó.
‘Nunca imaginamos que pasarían tantos meses, pensamos que sería cuestión de semanas, pero conforme pasaron los días entendimos que podría tardar meses e inclusive años’, expresó Ana a Milenio al tiempo que dio gracias por la eliminación del Quédate en México pues se abre una esperanza de poder obtener asilo.
mgt/lma.